Padre Amadísimo,
Te amo Señor y te busco con toda mi alma. Mi espíritu añora por tu presencia. Te alabo Señor en el silencio de mi ser, y aunque fallezco de temor y aflicción, Vos sos conmigo. Al fin me devuelves la alegría y me llenas de nuevo mi corazón de gozo. ¿En quién debo confiar? ¡En Vos mi Salvador! Me has probado con dolor y aflicción mi Señor y me he desesperado. Nada más que oscuridad han visto mis ojos por tantas lágrimas y llantos. En el silencio de mi lecho recuerdo mis ofensas y me arrepiento. Ten piedad de mi, Señor. Soy hijo tuyo y soy pecador. ¿Qué más puedo hacer? que confiar y esperar en Dios mi Padre. Ten compasión de tu siervo, Señor. Purifícame con el fuego de tu amor. Gracias por tanto amor y misericordia que me has mostrado, yo que no merezco ni soy digno de levantar mis ojos hacia vos. Bendito seas Señor. Alabado y glorificado seas porque vos siempre has guardado tu palabra. Cielo y tierra pasara pero tu palabra permanecerá para siempre. Así sea.
Te amo,
tu hijo mas pequeño,
Juan David
Posted on Friday, February 15, 1991 at 11:00PM
Subscribe to:
Post Comments (Atom)
No comments:
Post a Comment