Saturday, December 31, 2011

Aquí Estoy

¡Abba, Padre! Aquí estoy Señor en tu presencia y no soy digno de levantar mis ojos hacia ti. Aquí estoy gimiendo y llorando en este valle de lagrimas. Te ruego Señor que perdones mis pecados y mis ofensas porque son más numerosos que las gotas de agua en el mar. Por el amor de tu hijo Jesús, perdona mis faltas y por su preciosísima sangre que derramó por nosotros borra mi dolor. Tú me entregaste mi hijo e hice lo mejor que supe. Que regalo tan grande y que alegría más sublime que me permitiste tener y estoy tan agradecido por un privilegio tan grande. ¡Gracias Padre! Gracias. Ahora te necesita y no sé guiarlo. Te lo entrego Señor a ti porque es tuyo y te necesita. Guíalo Padre porque te espera a ti. Te espera tocarlo. Espera que le sanes su vida y yo también te lo levanto. Te pido con mi corazón en las manos y con lagrimas Señor porque he seguido tu mandato de amarlo más que a mí mismo. Qué oración más grande puede haber que aquella que está hecha con un amor inmenso. Gracias Padre por escucharme, aunque no me permites escuchar tu voz, yo sé que  escuchas la mía. Te amo Padre sobre todas las cosas por te entrego mi vida y mi ser.
El más pequeño de tus hijos, Juan David De Jesús